Los jóvenes de la diócesis de Goya participan en la JMJ  “¡El Papa toma mate, el Papa toma mate!”, cantan nuestros jóvenes en Cracovia, Polonia. Son los jóvenes de la Diócesis de Goya, que están participando de la Jornada Mundial de la Juventud. “Esta es la juventud del Papa, esta es la juventud del Papa”, es uno de los temas que más cantan.
Participaron de la misa de los argentinos. La bandera argentina ingresó a la iglesia acompañada por el obispo-prelado de Esquel, monseñor José Slaby C.ss.R.; el obispo de San Martín, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo; el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera; y sacerdotes argentinos presentes en Cracovia.
En su homilía, llamó a la juventud argentina a “superar las divisiones que nos separan de formar el único pueblo de Dios y dejar que gane la misericordia de Dios”.
Al hacer referencia a la lectura del pasaje de Pentecostés, el prelado destacó que a pesar de escuchar muchas lenguas durante la JMJ, “El Espíritu Santo derramado en nuestros corazones hace que tengamos este lenguaje común que es el amor”.
Pues eso es lo que ocurre estos días en Cracovia, país cuyo idioma es muy diferente al español. Mediante señas, sonrisas o un poco de inglés y ayudados por el Espíritu Santo, los argentinos no sólo logran hacerse entender, sino también ser acompañados con muchos de sus cantos por personas de muchísimos países.
“Esta es la juventud del Papa, esta es la juventud del Papa”, es uno de los temas que más cantan. “Los argentinos somos muy pasionales y vivimos con mucho orgullo el ‘ser argentino’. Y más ahora que el Papa es de nuestro país. Nos sentimos especialmente parte de la Jornada”, expreso un joven argentino.
Esta euforia es algo que también sorprende a los polacos. El párroco Casimir afirmó durante la misa haber visto su iglesia “muchas veces llena, pero nunca de jóvenes con tanto entusiasmo”.
Y así concluyó la misa: saltando, cantando, aplaudiendo o, como diría el papa Francisco, “haciendo lío”.
Ese es el desafío ahora, volver a la Argentina llenos de la alegría de este encuentro con Dios a través del Papa para transmitirla a quienes no pudieron ir, porque es en la vida cotidiana acompañada con Cristo donde está la vida plena.
COMO UN PEREGRINO MÁS
El papa Francisco se trasladó en el tranvía de Cracovia para llegar al parque Blonia y reunirse con los más de 600.000 jóvenes que lo esperaban para la ceremonia de bienvenida formal a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Francisco, quien se convirtió en el primer pontífice, que se traslada en tranvía durante una visita oficial a Polonia, viajó en ese transporte acompañado por unos quince jóvenes con discapacidad y sus asistentes.
El “Tranvía del Papa”, como se lo denominó, pintado con los colores blanco y amarillo que identifican al Vaticano, salió de la sede del arzobispado de Cracovia, donde se aloja el pontífice, y recorrió unos 800 metros hasta el parque donde lo esperaba una multitud de jóvenes.
El Papa viajó sentado en una silla azul y saludaba a los jóvenes que se aglomeraban a su paso.
Jorge Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires, acostumbraba a viajar en la red de subterráneos para movilizarse por la ciudad, y en varias ocasiones desde su llegada a la Cátedra de Pedro, ha dicho que lo que más extrañaba era salir a “callejear”.
La Virgen que se quedó en Luján, también se quedará en Cracovia
Durante la misa, una imagen pequeña de la Virgen de Luján fue obsequiada al presbítero Casimir para que permanezca en Polonia, acompañando a los jóvenes de su parroquia.Viernes, 29 de julio de 2016
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