Monseñor Adolfo Canecin y seminaristas compartieron cuatro días de convivencia  Seminaristas de la diócesis de Goya participaron del 19 al 22 de enerode la convivencia anual con el obispo, monseñor Adolfo Ramón Canecin y, con el asesor diocesano de pastoral juvenil en clave vocacional presbítero Ariel Giménez, en una vivienda cercana al puerto exterior a la vera del rio, cerca del majestuoso Rio Paraná, con el fin de compartir experiencias y profundizar en la preparación al sacerdocio.
Monseñor Canecin destacó que la convivencia “se vivió con mucha alegría” y recordó que es “para encontrarnos entre nosotros”; es decir, los seminaristas con el obispo y trataron todos los temas, los seminaristas que ya están en el seminario y los que van a ingresar; para que se “conozcan, recemos juntos, y compartir la celebración de la misa diaria”, en contacto con la naturaleza, rezando laudes en las primeras horas de la mañana en la costa del rio. Son nueve los jóvenes que están en camino al sacerdocio.
La convivencia del obispo con los seminaristas es un momento para compartir la oración yeste tiempo de descanso, lo que les permitió practicar momentos de pesca. Fue una oportunidad para que los jóvenes que se están formando para el ministerio presbiteral puedan establecer un diálogo más cercano con monseñor Adolfo Canecin, y fue el tiempo propicio para hablar sobre sus experiencias, expectativas y sobre el camino que han elegido para sus vidas.
El obispo dialogó personalmente con cada uno de ellos, teniendo en cuenta el informe anual del rector del seminario para cada seminarista y anticipo que visitara a cada una de las familias de los jóvenes que este año van a ingresar al seminario, también, para conocerlos, aclarar dudas y compartir la mesa fraterna.
Los seminaristas goyanos realizan sus estudios eclesiásticos en el seminario interdiocesano La Encarnación, con sede en la ciudad de Resistencia, Chaco. De tal modo, los seminaristas pasan bastante tiempo fuera de la diócesis, y fueron visitados por algunos sacerdotes y diáconos permanentes.
Este período de vacaciones “nos permitió crecer en la vida fraterna” aclaro el Obispo, y también los prepara para “la vida de la comunión sacerdotal”.
Por último, monseñor Adolfo Canecin dio sus palabras de aliento a los jóvenes para que “al regresar al Seminario, continúen con profunda fe el camino al sacerdocio”, al tiempo que expreso su agradecimientos a Dios por los nuevos seminaristas que van a ingresar este año.Martes, 24 de enero de 2017
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