Palabras del Presidente del HCD en el Acto por el Día de la Independencia  El 9 de julio de 1816 se firmó la Declaración de la Independencia de la República Argentina, entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, en el Congreso de Tucumán. En este 2017 celebramos 201 años de tan importante fecha para la vida de nuestro país.
El Congreso de Tucumán inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816 con 33 diputados (con presencia rotativa) y se nombró como Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata al general Juan Martín de Pueyrredón.
Desde entonces se discutieron los alcances, las atribuciones, el funcionamiento y decisiones políticas de injerencia nacional e internacional hasta el 9 de julio, día en el que se llevó a cabo la votación. Esa jornada, el comité estaba presidido por Francisco Narciso de Laprida.
Los diputados se pusieron de pie y aclamaron la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli.
En parte de la declaración firmada ese día, anunciaba “…declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli…”
En ese momento crítico los argentinos decidimos declararnos independientes. Fue un gran compromiso, en tanto constituyó un rechazo valiente de una realidad adversa. Era empezar la primera navegación de un país independiente, sin atender las borrascas ni los riesgos.
En este sentido es posible considerar que la gesta que iniciaron nuestros antepasados en Tucumán fue exitosa en tanto logramos constituirnos en una nación independiente de la corona española, y la Argentina finalmente optó por un sistema de gobierno democrático, republicano y federal.
Sin embargo, los ideales de libertad absoluta dentro de la unidad sudamericana que promovieron los congresales de 1816 nunca se concretaron en plenitud puesto que la Argentina atravesó por un sometimiento a los intereses económicos británicos en el siglo XIX, al que siguió la posterior dependencia del poder hegemónico de los Estados Unidos y de los intereses financieros de la banca internacional en el siglo XX, situación que se prolonga hoy en el proceso de globalización que es comandado por las potencias mundiales que pretenden colonizarnos por medio de la alienación cultural y tecnológica, el consumismo irracional, el desequilibrio de los mercados, la apropiación de recursos y territorios, la manipulación mediática y el individualismo extremo.
Es por eso que hoy enfrentamos como argentinos el desafío de luchar por una mayor independencia –para completar la gesta iniciada por el Congreso de Tucumán- a través de la reafirmación de nuestra identidad, de la valoración de la particular forma de ser y sentir que nos caracteriza, en pos de forjar un proyecto propio de libertad en el marco de la unidad latinoamericana y el respeto por la diversidad y las diferencias.
Muchas GraciasDomingo, 9 de julio de 2017
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