Ordenación diaconal de un futuro sacerdote diocesano  En una celebración eucarística realizada en la catedral “Nuestra Señora del Rosario” de Goya, el obispo diocesano monseñor Adolfo Canecin, impuso el sacramento del Orden en el grado de diácono al joven goyano Juan José Godoy, quien se está preparando al presbiterado. Participaron el clero diocesano y religioso, ante una gran concurrencia de feligreses que llegaron desde varios departamentos correntinos.
La celebración, que se llevó a cabo con el lema “El Señor es mi pastor”, tomado del salmo 22, el obispo Canecin invitó a toda la comunidad diocesana a rogar por el nuevo diácono y por el aumento de las vocaciones sacerdotales. Junto al obispo se ubicaron el rector del Seminario Interdiocesano “La Encarnación” presbítero German Ernesto Vallejos, el vicario general presbítero Juan Carlos López, el decano presbítero Adolfo Gutierrez, el padre Tomas von Schulz quien acompaño en el discernimiento vocacional al nuevo diacono, más veinte sacerdotes junto a los diáconos y seminaristas.
En su homilía monseñor Canecin comenzó leyendo el párrafo 107 de la exhortación apostólica “Gaudete Et Exsultaten” del santo padre Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual: “Quien de verdad quiera dar gloria a Dios con su vida, quien realmente anhele santificarse para que su existencia glorifique al Santo, está llamado a obsesionarse, desgastarse y cansarse intentando vivir las obras de misericordia”.
Es lo que había comprendido muy bien santa Teresa de Calcuta: «Sí, tengo muchas debilidades humanas, muchas miserias humanas. Pero él baja y nos usa, a usted y a mí, para ser su amor y su compasión en el mundo, a pesar de nuestros pecados, a pesar de nuestras miserias y defectos. Él depende de nosotros para amar al mundo y demostrarle lo mucho que lo ama. Si nos ocupamos demasiado de nosotros mismos, no nos quedará tiempo para los demás» expreso.
“Dios necesito de la humanidad de Jesucristo y necesita nuestra humanidad, de cada persona para manifestar su amor, porque Dios quiso y quiere manifestarse con palabras, gestos y actitudes. Dios quiere hacerse cercano a cada ser humano, situación o circunstancia” remarcó el Obispo goyano.
Insistió “Dios depende de nosotros para manifestar su amor al mundo” y, más adelante expresó “Dios será creíble a la manera de Jesucristo en la medida que nosotros prestemos temporariamente o definitivamente, como es el caso de Juan José (Godoy) hoy en el orden diaconal y mañana en el presbiteral prestemos nuestra persona para que Dios la tome y se valga de nuestra persona”.
“Dios tiene necesidad de nosotros, de cada bautizado, ya sea en su condición laical o en los ambientes donde cada uno se mueve o en su condición de vida consagrada” para “prolongarse en el tiempo, espacio y en la historia para llegar a cada ser humano” expresó Canecin.
CULTURA VOCACIONAL
Monseñor Adolfo Canecin remarcó luego que desde que asumió hace tres años como Obispo diocesano, tiene en “su corazón y mente” un pensamiento: “Que necesaria se hace la cultura vocacional, el ambiente y el clima propicio para que cada persona que vive en la Diócesis de Goya, sobre todo, niños, adolescentes y jóvenes descubran la capacidad, talento o cualidad que Dios mismo le regaló y disciernan la vocación”.
“Que cada uno pueda prestar al Señor su humanidad, para que Dios se valga, ya sea de su condición laical, de vida consagrada o de ministro ordenado y, siga manifestándose su amor” y haciendo referencia al Evangelio proclamado dijo “Dios en la humanidad de Cristo amó hasta el extremo” remarcó.
Añadió en que “en la medida que no guardemos para nosotros el tiempo, las cualidades, capacidades y talentos, vamos a encontrar la plenitud y la felicidad. Habiendo discernido en esa cultura vocacional, me pongo al servicio del Señor para que me utilice donde y como él quiere”. Resaltó que “Dios se valió de la humanidad de Jesucristo para servirnos y el mayor servicio fue su pasión, muerte y resurrección, atraves de la cual nos liberó del pecado y de la muerte” y recordó el lavatorio de los pies que fue “concreción del mandamiento supremo, el único mandamiento del amor “por eso “Dios hoy necesita humanidades”
El obispo expresó su “agradecimiento a Dios” por la Escuela de Formación Pastoral y Ministerial “Padre Alberto Devoto” porque “queremos entroncar con la formación allá con el obispo Alberto, luego don Luis y don Ricardo” y aclaró que no “se busca solo la erudición teológica” para que con eso cada uno “pueda discernir su talento y tener asi una diócesis eminentemente ministerial, no solamente el ministerio ordenado, no solamente en la vida consagrada, sino una multiplicidad de ministerios que se traduzca en el servicio”.
NUEVO DIACONO
Dirigiendo su mirada al nuevo diacono dijo: “Juanjo, que el Señor que te pensó desde la eternidad, te llamó a la vida, a la fe, a la vocación que supiste discernir en el seno de tu capillita de San Antonio (Goya); te llama hoy a dar tu sí diciendo ´Señor, quiero que te valgas de toda mi humanidad´ para servir a los demás”.
“Decile a Dios, Señor quiero que te prolongues atraves mío, te presto mis ojos para que sea tu mirada la que se trasunte, te presto mi oído para que escuche a tiempo y a destiempo, te presto mi boca para que sean tus palabras pronunciadas, te presto mi corazón para que lata de amor por Dios, mi Padre y la Virgen Madre, por esta casa común que gime” dijo.
“Señor, te presto mis manos no solo para que bendigas, no solo para que se estreche con otra, sino para que levante al caído en el camino de la vida, te presto mis brazos para que asi como el Padre abrazo al Hijo Prodigo pueda abrazar a otros, te presto mis pies para que llegues donde quieras llegar mi Iglesia en salida y misionera” que sea “toda tu vida sirviendo al Señor” concluyó.-
Lunes, 30 de julio de 2018
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