Clausura del ciclo lectivo en el seminario “La Encarnación”  Los obispos del Nordeste Argentino (NEA) celebraron en la jornada del lunes la misa de acción de gracias por el cierre del ciclo lectivo 2018 en el Seminario Interdiocesano La Encarnación, en la arquidiócesis de Resistencia. Participaron cuatro jóvenes seminaristas que finalizaron sus estudios teologales. Recibieron al nuevo rector y agradecieron el servicio del padre German Vallejos y de otros formadores. La solemne eucaristía fue presidida por el arzobispo de Resistencia, monseñor Alfredo Ramón Dus, y concelebrada por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMcap y los obispos Ángel José Macín (Reconquista), Gustavo Montini (Santo Tomé), Adolfo Canecin (Goya) y Vicente Conejero Gallego (Formosa).
Participaron tres jóvenes seminaristas (Cristian Ariel Rojas y Nicolás Pujol diócesis de Formosa y Pedro Pablo Ojeda de la diócesis de Goya) que finalizaron sus estudios teologales, pertenecientes a la arquidiócesis de Corrientes y a la diócesis de Goya. Los seminaristas culminaron su formación para en un futuro recibir el ministerio presbiteral.
CANECIN
La homilía estuvo a cargo del Obispo de Goya monseñor Adolfo Ramón Canecin quien inicio su homilía haciendo referencia al salmo 115 “¿Con que pagare al Señor todo el bien que me hizo? Y, responde “¡Alzare el cáliz de la salvación e invocare el nombre del Señor!”.
Destaco más adelante que “San Pablo, escribiendo a los Efesios nos exhorta: “Cantare y celebrare al Señor de todo corazón, siempre y por cualquier motivo den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de Jesucristo, el Señor”.
“La Iglesia, en la oración colecta en la misa de acción de gracias nos invita a rezar: “Dios y Padre de todos los dones, de quien procede cuanto tenemos y somos, enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa bondad y, amarte con todo nuestro corazón y nuestras fuerzas” sostuvo el Obispo de Goya.
Luego dio “gracias a Dios por el año de formación de nuestro Seminario Interdiocesano “La Encarnación” que está finalizando y, acompañar a Nicolás, Cristian y Pedro Pablo que egresan habiendo concluido la etapa de formación inicial y, también acompañar a los padres German, Oscar y Roberto” que terminan esta etapa de servicio pastoral y regresan a sus diócesis para continuar sus ministerios donde sus obispos designen.
Monseñor Adolfo Canecin sostuvo que “la promesa de Dios” en Jeremías 3,16: “Les daré pastores según mi corazón” se cumple en Jesucristo, el único Buen Pastor, con quien el Padre se complace porque da la vida por sus ovejas”.
“La formación sacerdotal –en sus etapas iniciales y permanentes- consisten en adquirir la “forma de Cristo” y, teniendo en el corazón los mismos sentimientos filiales-fraternos: pasar la vida como El haciendo el bien. Esta empresa –que supera las fuerzas y empeño humano- es obra del Padre, con el poder del Espíritu Santo; supone en cada candidato una decisiva apertura, disponibilidad y docilidad, el acompañamiento pedagógico- artesanal de los formadores, que después de un discernimiento espiritual comunitario, son los responsables de dar el “voto favorable” para su consagración” explico.
FORMACION PERMANENTE
Canecin insto a los seminaristas que egresan y vuelven a sus Diócesis, “habiendo incorporado en sus vidas una actitud vital-existencial- al decir del Padre Cencini “la docibilitus”, capacidad de aprender en la vida, disponiéndose a vivir la formación permanente que abarca toda la vida y se da en el cotidiano acontecer del ejercicio ministerial, teniendo momentos extraordinarios de formación en cursos, encuentros, retiros”.
En relación al Evangelio proclamado destaco que “termina diciendo que el hombre ciego, al recuperar su vista siguió a Jesús, glorificando a Dios y al ver esto, todo el Pueblo alaba a Dios”.
“Que todos nosotros, en particular los que egresan de la formación inicial y quienes concluyen sus servicios pastorales en el Seminario, imitando al ciego curado, sigamos a Jesús, como discípulos-misioneros, cada vez, con mayor fidelidad, glorificando y edificando a los hermanos, con nuestras vidas y obras, y asi al vernos, todo el pueblo alabe al Señor” aseguro Canecin.
Finalmente dijo que la Virgen María, que siendo “la Madre es la mejor discípula de Jesús, la que mejor glorifica a Dios e hizo que todo el Pueblo alabe al Señor, interceda por nosotros”.-Miércoles, 21 de noviembre de 2018
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