Monseñor Canecin: “La trasformación que el Resucitado hace en nosotros se debe notar en nuestras obras”  El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, presidio la misa en el sexto domingo de Pascua en la Iglesia Catedral “Nuestra Señora del Rosario” reiterando el llamado a la feligresía a cumplir con “responsabilidad” las medidas sanitarias que se dieron “desde un primer momento” e instó a “volvernos responsables, co-responsables en la Iglesia y en la sociedad”. Ser “capaces de permitir a Dios, obrar en nosotros con el mismo poder de la resurrección”.
El obispo, se dirigió a la feligresía diocesana, atraves de los medios de comunicación y las redes sociales que transmiten desde la catedral y predico teniendo en cuenta la oración del día en la Liturgia de las Horas, destacando que tiene tres afirmaciones: “Señor Dios todopoderosos concédenos continuar celebrando con amor ferviente estos días de alegría en honor de Cristo Resucitado”
Considero que “para mucha gente la Pascua ya fue o ya quedo atrás. Pero la Iglesia en su pedagogía litúrgica de madre hace que celebremos durante todo el tiempo pascual al Resucitado”.
”El tiempo pascual es la ocasión propicia y hermosa, para hacer la experiencia personal, familiar o comunitaria de tocar y dejarnos tocar por Cristo Resucitado” afirmo monseñor Adolfo Canecin.
Expreso su deseos de que “como Iglesia nosotros podamos vivir según el ritmo del tiempo litúrgico. Que esta vivencia sea tan profunda para que nosotros podamos contagiar a todos nuestros hermanos con quienes compartamos la vida”.
En segundo término puntualizo que el “año litúrgico es la mayor fuente de espiritualidad para nosotros los cristianos católicos, es la mejor pedagogía que tiene la Iglesia para mantener viva y hacer crecer nuestra fe, esperanza y caridad”.
“Estamos llamados a configurarnos con Jesús en cada uno de los aspectos de su vida”, por eso, pidió, “que los misterios que estamos recordando transforme nuestra vida”.
Recordó a San Pablo en la carta a los Efesios dice: “Dios quiere actuar en vos, en mí y en nosotros, en la Iglesia y en la humanidad, con el mismo poder que empleo para resucitar a Jesucristo”.
“Seamos capaces de permitir a Dios obrar a nosotros con el mismo poder de la resurrección. Ese poder que removió la piedra que tapaba el sepulcro, ese poder, puede remover la piedra que puede aplastarnos” porque “para el poder de Dios todo es posible”.
Aclaro que “recordar no significa solamente un acto de la memoria sino volver a pasar por el corazón los misterios de la Resurrección del Señor. Tiene el poder de transformar nuestras vidas, sacarnos de la oscuridad y llevarnos a la luz, sacarnos de la tristeza y llevarnos a la alegría, sacarnos del pecado y llevarnos a la vida de la gracia, sacarnos de la división y llevarnos a la unidad, a la comunión, a la koinonia”.
“Sacarnos de la irresponsabilidad y volvernos responsables, co-responsables en la Iglesia y en la sociedad” puntualizo el obispo goyano.
En tercer punto de su predicación remarco que “la obra de Dios que se manifiesta no tiene que morir en nosotros” porque “la trasformación que el resucitado hace en nosotros se debe notar en nuestras obras, en la manera de pensar, escuchar, hablar, sentir y actuar y, en nuestros gestos”.
Hizo notar que “en medio de esta pandemia y en medio de este aislamiento social, preventivo y obligatorio, la responsabilidad que tenemos en asumir y cumplir a raja tabla los criterios sanitarios que tengamos” asevero enfáticamente.
Monseñor Adolfo Canecin resalto: “Las normas y medidas sanitarias, que desde un primer momento se nos dijo, debemos cumplir con responsabilidad”; porque ahora con la “flexibilización” corren “riesgos de verse aceptada esta recuperación” advirtió el obispo.
“A veces no somos co-responsables” advirtió.-
Lunes, 18 de mayo de 2020
|