Monseñor Faifer: "Como María, con mi corazón de sacerdote tengo que decir gracias Señor”  El obispo emérito de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, presidió una misa de acción de gracias por su 57° aniversario sacerdotal, acompañado por su sucesor monseñor Adolfo Ramón Canecin, en la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, en la Iglesia Catedral.
Durante la homilía, el obispo citó, el Evangelio proclamado “contemplando a la Madre del Señor Jesús que fue llevada por Dios a la gloria del cielo”, remarcando “esto lo tiene muy arraigado en su corazón el Pueblo de Dios, desde sus primeros tiempos”.
“Ella después de la dormición después de su muerte fue llevada por el poder de Dios, a participar de la gloria de su Hijo” subrayo y, por eso, en este día, “damos gracias al Señor, porque esto es un signo de esperanza”.
De este modo monseñor Ricardo Faifer afirmó que “desde la fe nosotros decimos que estamos destinados a la Patria del Cielo, es decir, que entró en una dimensión que nosotros intuimos que es la plenitud del gozo, la alegría, la felicidad y la comunión en el amor de Dios”.
“María, en la totalidad de su persona en la gloria del cielo” remarco y subrayo: Ella vive ya en la gloria de la resurrección, porque, Jesús participó en Ella la resurrección que también esperamos nosotros”.
Luego señalo “cuando la invocamos nosotros estamos seguros que María está junto a nosotros, nos quiere y nos cuida, todo su proyecto es ayudarnos a que seamos todo lo mejor para ser discípulos ´Hagan todo lo que Él les diga´, entonces, esta es una fiesta muy importante en la Iglesia y en nuestra fe”.
En este día, “damos gracias al Señor y con María” exclamamos “El Señor ha hecho en mi maravillas”.
“Revivamos nuestra marcha con esperanza, porque, todos nosotros no somos ciudadanos definitivos acá, nuestra Patria definitiva esta en el cielo junto a Dios, donde nos espera junto al redentor, está María junto a todos los santos” alentó el obispo emérito.
Más adelante expresó. “Mi corazón de sacerdote y de obispo en el día hoy ciertamente, tengo que decir gracias Señor, como Maria” señalando que él también siente “Mi alma glorifica al Señor, porque él ha mirado con bondad mi pequeñez y ha hecho en mí grandes cosas”.
“ El Señor nos regala y nosotros somos destinatarios de los dones tan grande que nos da Dios, la vida humana, la vida de la fe, nuestra propia vocación de cada uno de nosotros en la vivencia del Bautismo y de la confirmación, todo es don de Dios que lo recibimos en nuestra pequeñez” expresó monseñor Faifer.
“Como Maria, proclamó la grandeza del Señor, sobre mí, pero no sobre mi solo sino que es para los demás, como María donde todo lo que Dios realizo fue para Cristo y, en Cristo para nosotros” remarcó.
Dijo que con modestia y humildad, “yo me permito también aplicar este texto del Magnificat, que se llama la oración de la Virgen cuando visita a su prima Santa Isabel”.
“Nosotros todos por todo lo que hemos recibido del Señor, proclamamos su grandeza y le damos gracias. Yo también hoy, por el don del sacerdocio que hace 57 años que fui ordenado sacerdote en la catedral San Jose de Gualeguaychu, donde actualmente estoy viviendo, como obispo emerito” relato
Agradeció “la bondad de mi hermano obispo diocesano”, monseñor Adolfo Canecin, porque “todo esto nos llena de esperanza y de gratitud a Dios, porque nos convoca a que sigamos caminando con esperanzas”.
“¡Muchas gracias!” exclamó el obispo, porque “ustedes rezan por mi” y en algún momento así como está acá en este templo los restos mortales del primer obispo Alberto Devoto, yo “he pedido que tengan la bondad de que el día que yo parta me pongan en esta Catedral”.-
Martes, 17 de agosto de 2021
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