El clamor de una familia inundada: "Perdimos todo, hay días que no comemos" 
Soledad y Franco son los padres de Ludmilla y Morena, de tres y un año respectivamente. Ellos, los papás son una familia muy joven, que vivían en una casilla precaria del Barrio Ralín de Curuzú Cuatiá.En el último temporal, que azotó la ciudad con más de 250 milímetros, se les vino abajo su casa, y uno de los parantes de la misma cayó sobre la cabeza de la niña más chica, una beba de tan sólo un año.
Por la tormenta y ésta circunstancia tuvieron que trasladarse a la Sala de Primeros Auxilios y salón comunitario J.P. Sorribes de las 53 viviendas, ubicadas detrás del cementerio municipal, una de las zonas más vulnerables de la ciudad.
Desde el temporal, hace once días para ser precisos que están parando en la "salita" como le llaman, siendo ayudados por sus propios vecinos, uno de ellos que les acercó una cocina, a la que le falta un regulador y una garrafa, por lo que Franco recurre a su viejo asentamiento, hoy destruido y utiliza las maderas con las que estaba construída su casa para hacer fuego y prepararles leche caliente a sus hijas.
Él sabe "hacer de todo", dijo a IusNoticias y espera que alguien le dé trabajo, "de cortapasto o de albañil, lo que sea", dijo desesperado éste muchacho muy joven que está junto a Soledad en un estado de necesidad extrema.
En las últimas horas, en un programa de Radio Barcelona, conducido por el reconocido periodista local Jorge Fernando Aguirre, se hizo público el pedido de un par de medicamentos (Cotrimoxazol y Caladryl), más comida, colchones, pañales y lo que sea para ayudar a ésta familia. Por ésta razón el cronista de IusNoticias llegó hasta el lugar y dialogó con ambos padres quienes comentaron sus padecimientos.
Soledad Natalia Martínez, la joven madre de dos nenas muy pequeñas indicó que cuando ocurrió la tormenta, el intendente Domínguez charló con ellos y les prometió venir a asistirlos, el resultado lo dijo ella misma: "hasta el día de hoy no apareció. Hay días que comemos y hay días que no, le hago una taza de leche a la nena y les pido ayuda a todos", sostuvo la joven madre.
Soledad hizo a éste medio un pedido desesperado: "Perdí todo, no tengo nada, mi nena necesita remedios. Nosotros necesitamos colchones (pues tienen uno sólo tirado en el piso), necesitamos frazadas", dijo la joven madre. Franco Nahuel Fernández, el joven papá de la beba y de la nena de tres años, dijo: "se hacer de todo. Uno es grande y puede aguantar el hambre, pero mis hijas no, pido por ellas", dijo al borde de la desesperación mientras mostraba (en la foto) como había quedado su casa por la tormenta.
La ayuda y la promesa
El presidente del Concejo Deliberante, Juan Ramón Sosa, se puso en contacto con ésta joven familia, ellos le comentaron también que el Jefe Comunal les había dicho que los iba a ayudar y que hasta el momento no había aparecido.
Sensibilizado por la situación, el concejal, que pertenece al Poder Legislativo, tomó el pedido de ésta familia, e instruyó a sus asesores que se encarguen rápidamente de conseguirles lo que más urgente necesitaban que eran los remedios, al igual que la garrafa y el regulador, y alimentos.
Les dijo que por el momento y hasta tanto el Municipio no les construya una vivienda en un lugar adecuado, que permanezcan en la salita y que la Municipalidad se iba a encargar de asistirlos en ésta contingencia.
Cabe mencionar que la construcción de una nueva vivienda puede llegar a demandar cuanto menos dos meses, de modo que, amén de la promesa municipal, cualquier ayuda solidaria de la ciudadanía para ésta familia, será bienvenida. Ellos permanecerán por un buen tiempo en el mencionado salón comunitario.
Martes, 28 de febrero de 2017
|
