Veredas peligrosas 
"Para muestra vale un botón" dice el refrán, y viene al caso en esta imágen, que corresponde nada menos que a la calle principal de la ciudad de Curuzú Cuatiá, la Berón de Astrada a la altura 1200, pleno centro, entre Sarmiento y Posadas.
No es necesario describir mucho, ya que a la vista se evidencia el abandono: baldozas rotas, pedazos de bloques del cordón, pero lo peor aún es, que no es el único lugar de la ciudad en el que las veredas están en este estado deplorable de abandono.
No queda mucho márgen para el peatón en este caso, o la principal con el consabido riesgo de vida o ir sorteando los bloques de cemento y las baldozas todas rotas de la vereda. Se infiere y presume que es la Comuna la principal responsable del estado de las mismas, ya que por derecho debe regular y asegurar el bienestar de los ciudadanos.
Para una ciudad cuyas autoridades buscan hasta el cansancio presentarla como turística, precisamente ésta no es la mejor carta de presentación, ni hablar de los olores nauseabundos de la calle Deán Funes y el barrio Centenario, del basural a cielo abierto y tantas otras.
Y, como sucede con los minibasurales, la responsabilidad quizá sea compartida, entre el frentista y la Comuna, ojalá no ocurra, pero suponiendo que alguien se tropieza y termina mal allí, ¿a quién debe reclamar?
Sin querér entrar en discusiones sobre si el Estado es responsable o el vecino, se entiende desde el vamos, que el primero es quien debe velar para que estas cosas no estuvieran allí ni cinco minutos, menos aún tratándose de la calle principal, por donde todos transitan.
Es llamativo, de todos modos, que casi siempre los laderos oficialistas de la Comuna declaren casi al unísono, que se trata de "cuidar el presupuesto municipal". De milagro en esta "bendita ciudad", no ocurren, o al menos, no trascienden, algunos siniestros que involucren al mal estado de calzadas, cordones, veredas, pozos ciegos, etc. En tal caso, la catarata de demandas a la comuna sería descomunal, pero afortunadamente para el Municipio, no se evidencian letrados interesados y capaces de explotar este rubro.
Sin embargo, se ha visto, que con fines meramente recaudatorios, son ávidos de labrar actas de infracción a vecinos que en calles de tierra tienen veredas con lodo, alegando proliferación del mosquito vector del dengue, en pleno otoño, a pocos días de invierno.Miércoles, 14 de junio de 2017
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