Nulidad matrimonial: El Papa Francisco la hace gratuita 
El sumo pontífice pondrá menos requisitos a los trámites para obtener la nulidad del matrimonio mientras los conservadores del Vaticano creen que se trata de un “divorcio encubierto”.
El papa Francisco hará públicos este martes los documentos que simplificarán los trámites para reconocer la nulidad del matrimonio en una reforma que vista con recelo por algunos conservadores del Vaticano que lo ven más como un divorcio católico disfrazado que otra cosa.
Por medio de dos "motu propio" (cartas papales, similares a los decretos presidenciales), una para la Iglesia romana y otra para las Iglesias orientales dependientes de Roma, que serán presentadas durante la mañana, se harán efectivas estas reformas.
A mediados dl año pasado, el papa Francisco formó una comisión encargada de trabajar sobre esta reforma, salvaguardando el principio de indisolubilidad del sacramento del matrimonio.
Al reconocer la nulidad del matrimonio, lo que equivale a decir que debido a un defecto desde el principio, se deduce que el sacramento nunca tuvo lugar. Esto permite a los antiguos esposos casarse de nuevo por el rito católico apostólico romano.
La reforma debería simplificar el procedimiento hasta ahora oneroso y complejo, poco accesible a personas que no conocen bien el funcionamiento de la justicia eclesiástica o no tienen los recursos suficientes.
A lo largo de la historia, varias celebridades obtuvieron la nulidad de su matrimonio, como la princesa Carolina de Mónaco con Philippe Junot en 1992, lo que llevó a los devotos a elevar críticas sobre las "excepciones" del procedimiento.
En enero, el pontífice de origen argentino admitió que los trámites eran "considerados a menudo largos y fatigosos" y en varias ocasiones, abogó por que fueran gratuitos.
Por otro lado, la falta de fe de los esposos podría ser considerada más a menudo como un motivo de nulidad, teniendo en cuenta que las parejas a veces pasan por la Iglesia bajo la presión social.
Aunque sea concedida más fácilmente, la nulidad del matrimonio no pone en entredicho la indisolubilidad del matrimonio católico, según los partidarios de la reforma.
Estos últimos consideran que, al contrario, el matrimonio, contraído sobre bases claramente definidas, se reforzará puesto que los esposos deberán prepararse debidamente y ser conscientes de a qué se comprometen. Pero algunos conservadores creen que la reforma equivale a un divorcio católico contrario al dogma.
La Iglesia rechaza el divorcio y considera que unas segundas nupcias por lo civil suponen una infidelidad hacia el verdadero cónyuge.Martes, 8 de septiembre de 2015
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