Bloqueode Estados Unidos a Cuba: la vida sigue igual 
Una semana antes de la votación en las Naciones Unidas del proyecto cubano de resolución contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de medio siglo, se difundió la noticia de la aplicación de una severa multa a un banco francés por realizar transacciones con la Mayor de las Antillas y otras naciones sujetas a sanciones por la Casa Blanca.
El Crédit Agricole, una firma que no es estadounidense sino, repetimos, es francesa, tendrá que pagar 787 millones de dólares por, presuntamente, violar una ley norteamericana, lo cual significa un absurdo y demuestra cómo a pesar de sus discursos, los dictados de Washington siguen imponiéndose en el mundo, aún contra sus propios socios.
La entidad financiera gala se vio obligada a aceptar la severa sanción para evitar así cargos judiciales ante la justicia del país norteño, lo cual significaría un proceso largo y ruinoso.
Lo peor del caso es que ocurre cuando el presidente Barack Obama y otros altos funcionarios de su administración, como el Secretario de Estado, John Kerry, reconocieron de manera pública que la política de bloqueo contra Cuba fue un fracaso y acarreó más aislamiento que beneficios a Estados Unidos. El propio Obama pidió al Congreso iniciar los trámites para eliminar esta medida, lo cual no fue un obstáculo para utilizar una vez más el garrote de la extraterritorialidad.
No se trata de un hecho aislado. A mediados de este año, en pleno proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, el alemán Commerzbank pagó 1 710 millones de dólares y se mantienen las investigaciones contra el también germano Deutsche Bank y el francés Société Generale, entre otros.
Eso sin contar el desembolso récord hecho por el BNP Paribas, de 9 000 millones de dólares por violar políticas de bloqueo estadounidenses contra terceros países y hacer, en consecuencia, transacciones financieras con Cuba.
A partir de aquí surgen numerosas interrogantes y la primera es: ¿se mantiene o no el bloqueo? Recuérdese que Obama culpa al Congreso por no levantar la medida, pero estas multas de que hablamos no son aplicadas por el legislativo, sino por instituciones como la Reserva Federal y el Departamento de Justicia.
La otra cuestión es ¿por qué bancos y empresas europeas tienen que aceptar la jurisdicción de leyes internas de Estados Unidos? Esto viola el sentido común, el ordenamiento internacional y las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio y, no obstante, estas corporaciones doblan las rodillas y pagan.
Esto demuestra dos cosas: primero, que el poder y la prepotencia norteamericana siguen campeando en el planeta y, en segundo lugar, la urgente necesidad de crear una nueva arquitectura financiera internacional, donde estos abusos sean eliminados.
El 27 de octubre el mundo votará otra vez contra el bloqueo a Cuba y la gran incógnita es qué va a hacer Estados Unidos: ¿se sumará al clamor universal?, ¿acatará este reclamo? ¿seguirá poniendo oídos de mercader? Esperar para ver. (Radio Habana Cuba)Miércoles, 21 de octubre de 2015
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