Dom 28 de Abril de 2024
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Trump arrasa y Clinton se posiciona en el Supermartes

El magnate sigue aterrorizando al Partido Republicano mientras Clinton logró una victoria cómoda ante Sanders.
Lo que hace nueve meses comenzó como un mal chiste protagonizado por uno de los personajes más kitsch de la cultura pop estadounidense, hoy se convirtió en un verdadero cuento de terror para el establishment republicano.

Los triunfos de Donald Trump en el Supermartes lo colocan varios pasos más cerca de la candidatura a la presidencia por parte del Partido Republicano. Con la elegancia y sutileza que lo caracteriza, el magnate ha insultado a hispanos, musulmanes, mujeres, demócratas y republicanos por igual, y a base de burlas hoy se coloca con una sólida ventaja de más del triple de delegados (los que en unos meses decidirán quién será el candidato republicano a la presidencia) que su contrincante más cercano, Ted Cruz.

Durante la jornada electoral del martes Trump se embolsó amplios márgenes Alabama, con 43%; Massachusetts, con 49%, y Tennessee con 38.9%. Mientras tanto Rubio logró cerrar sólo un triunfo en Minnesota donde logró el 36.8% de las preferencias. Por su parte Cruz fue el único candidato además de Trump que logró llevarse más de un estado, con triunfos en Alaska con 35.7%; Oklahoma con 34.4, y su estado natal Texas, donde el senador se fue con 43.7% de los votos.

Sin embargo, la maquina imparable de Donald Trump cerró el día con la espectacular cifra de siete estados en la bolsa: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Tennessee, Virginia y Vermont. Al final del día y con casi todos los votos contabilizados, Trump se llevará –contando los que ganó en las primarias pasadas- un mínimo de 274 delegados, Cruz 149, y Rubio 82.

Trump se dirigió a sus votantes desde su resort de lujo en Palm Beach, Florida, flanqueado por diez banderas estadounidenses, aseguró que era el “unificador” del Partido Republicano, y advirtió que en cuanto pasara la etapa de la elección interna, se iría detrás de Hillary Clinton.

El millonario, quien fue presentado por su ex contrincante, el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, también encontró tiempo para burlarse de Rubio, quien los últimos días ha subido el tono contra Trump, mofándose de su bronceado naranja y cuestionando su capacidad. Trump reviró refiriéndose a él como “el pequeño senador”.

Cruz, mientras tanto, envió un mensaje muy claro a sus colegas de partido, unirse alrededor suyo para derrotar la amenaza Trump. El terror de los conservadores partidistas es que el tono racista y la poca seriedad de Trump les cueste la elección presidencial y manchen para siempre al Grand Old Party, como es llamado el Partido Republicano gracias a sus más de 140 años de historia.

"Después de hoy hemos visto que nuestra campaña es la única que le ha ganado a Donald Trump", afirmó enfático Cruz.

Rubio, con su triunfo de panzazo en Minnesota, insistió en ser el único rival real de Trump, y pidió a sus seguidores: “No se rindan ante el miedo, no se rindan ante el enojo, no se rindan ante artistas del fraude y artistas de la estafa que tratan de aprovecharse de su sufrimiento. Seguiré haciendo campaña el tiempo que sea necesario para asegurar que seré el próximo presidente de los Estados Unidos”.

Lo que salvó a Cruz y Rubio (ni mencionar a Kasich y al Dr. Carson, quien parece seguir en la contienda sólo como hobbie post-jubilación) de una derrota brutal, fue que todos los delegados asignados hoy fueron por mayoría proporcional, no absoluta. Es decir, aún en los estados donde ganó Trump se asignaron delegados a sus contrincantes dependiendo del porcentaje de votos obtenidos; a diferencia de otros estados en que el ganador de la primaria o el caucus se lleva todos los delegados de la región.

Clinton se lleva a las minorías

Mientras tanto los demócratas también contendieron, y Hillary Clinton cerró la jornada demostrando su capacidad para atraer el voto de los hispanos y los afroamericanos.

Especialmente en regiones del llamado deep south (el corazón rural sureño de los Estados Unidos), Clinton ganó con amplio margen a su principal contrincante, el senador por Vermont Bernie Sanders.

Hillary se llevó triunfos en Alabama, Georgia, Massachusetts, Tennessee, Texas, Virginia y Arkansas, estado que su marido gobernó por tres periodos antes de ser presidente.

Por su parte, Sanders logró un triunfo contundente en su estado, Vermont, donde obtuvo el 86.2% de las preferencias, el triunfo más amplio de la jornada; y otros éxitos en Colorado, Oklahoma y Minnesota, lo que lo sigue manteniendo como un contrincante viable ante la favorita de los millonarios y los banqueros.

Clinton parece estar conquistando el voto afroamericano, el mismo que en la elección de 2008 le costó la candidatura ante el presidente Obama, pero aún le falta demostrar que es capaz de ganarse el voto de los jóvenes de clase media, quienes prefieren a Sanders y sus ideales anti-Wall Street.

Durante su discurso de hoy, Clinton lanzó un gancho al puntero republicano Donald Trump, asegurando que lo necesario no es hacer “América grande otra vez. América nunca dejó de ser grande”, dijo refiriéndose al slogan del magnate, “Tenemos que llenar a América. Tenemos que llenar lo que ha sido vaciado”.

Aunque el triunfo del día de hoy es claramente para Clinton, la contiende aún no se termina, y el mismo equipo de Sanders había calculado que el senador no se llevaría el Super Tuesday. Aún faltan muchos estados y varios meses antes de la Convención Nacional Demócrata, donde se elegirá al candidato presidencial del partido.

Sanders recalcó el camino que falta por recorrer: “Esto no es una elección general”, dijo, “Al final de la noche, 15 estados habrán votado, 35 estados faltan. Y déjenme asegurarles que vamos a llevar la lucha por justicia económica, por la cordura ambiental, y por un mundo de paz, a todos esos estados”.

Sanders no ha logrado probar su elegibilidad entre las minorías hispanas y afroamericanas. El otro sector clave en esta elección es el de los blancos de clase trabajadora, quienes han sido fuertemente reclutados tanto por Donald Trump como por Bernie, los externos al sistema partidista.

No sería ninguna sorpresa que Clinton y Cruz enfilen sus armas las próximas semanas hacia este sector que bien podría definir la elección general de noviembre, y es que aún le restan muchos kilómetros a este maratón.


Miércoles, 2 de marzo de 2016
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